Sin embargo, nuestras clases ahora son charlas muy bonitas en una mezcla de español e italiano. Chelo me cuenta cómo está ella en México, sobre su familia, sus planes, su salud… y yo le hablo sobre mi vida en Europa y cómo me siento de nuevo en mi país. Aunque está cada vez más débil, Chelo siempre sonríe y está alegre. ¿Cómo lo hace?