El retrato, “genehmigt”, autorizado por el mismo rey, fue creado por un escultor basándose en una fotografía. Siguiendo la tradición, está orientado en la dirección contraria, “ist […] in die entgegengesetzte Richtung […] gewandt”, del de su predecesora, la reina Isabel II.
Esta es una tradición en la monarquía británica que se remonta a Carlos II, “die bis zu Charles II. zurückreicht”, es decir, al siglo XVII. Las 27 millones de monedas que aún están en circulación, “im Umlauf sind”, con el rostro de la reina Isabel continuarán siendo medios legales de pago, “gesetzliches Zahlungsmittel” y serán gradualmente reemplazadas.