Carmela: Todo funciona perfectamente en la fábrica de cerveza Veltins, en el oeste de Alemania. Por lo menos, de momento. Pero la empresa está preocupada por lo que pasará con el suministro de energía, “wenn Russland […] den Gashahn zudrehen sollte”, si Rusia cierra el grifo del gas. Un portavoz de la empresa afirma que las ventas de cerveza, “die Bier-Absätze”, han aumentado sustancialmente en el primer semestre de este año. Sin embargo, existe cierta incertidumbre sobre si podrán seguir con la producción en otoño porque un embargo de gas pende como una espada de Damocles sobre este sector, “weil das Gasembargo wie ein Damoklesschwert über der Branche schwebt”. Esto significa que un corte de gas podría ocurrir sin previo aviso. Para no poner en peligro el suministro de cerveza, “um die Versorgungssituation beim Bier nicht zu gefährden”, Veltins está intentando equiparse, “sich […] zu rüsten”. La empresa pretende evitar así subidas de precios y, por lo tanto, clientes molestos. Pese a la incertidumbre, o “Ungewissheit”, Veltins quiere hacer todo lo posible para que su cerveza siga fluyendo.