Nuestra primera noticia es sobre algo que probablemente será más frecuente en el futuro: previsiones de una fuerte ola de calor, “eine heftige Hitzewelle”. En una reciente entrevista, realizada justo antes del brote de altas temperaturas en Francia y otros lugares de Europa, el meteorólogo Francés, Oliver Proust, prevé las consecuencias, “sieht die Folgen […] voraus”, no solo para humanos, sino también para la naturaleza. Él señala que una parte importante de la escasez de agua está asociada a este evento, “dass ein erheblicher Wassermangel mit diesem Ereignis verbunden ist”, y que, “die hohen Temperaturen die Dürre verschlimmern”, las altas temperaturas empeoran las sequías. Independientemente de dónde ocurran, cada ola de calor te hará sudar, “wird […] schweißtreibend werden”. Escuchemos: